“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre.” Juan 10:27-29
“El primer resultado de la preservación Divina es ánimo y consuelo. Los Creyentes encuentran ánimo porque es Dios el que toma la iniciativa de perfeccionarlos. Es solo por la gracia de Dios que nosotros venimos a Cristo y es también por su gracia que permanecemos en Cristo. Nuestra esperanza y seguridad es que el Padre no permitirá que ninguno de sus hijos se pierda, el Hijo no permitirá que ninguna de sus ovejas sea arrebatada de su mano y el Espiritu Santo sella a todos los santos hasta la segunda venida. En Conclusión, la esperanza de los creyentes no esta en sus débiles brazos sino en el hecho de que Dios nos lleva de la mano para que no caigamos. La estabilidad y constancia de nuestras vidas espirituales no dependen de nuestro esfuerzo sino de los propósitos eternos de Dios y de sus recursos infinitos. La preservación de los Santos es el gran regalo de la Maravillosa gracia de Dios y esta verdad produce gran gozo en el corazón de los Creyentes.”
Bruce Damarest, The Cross and Salvation. Crossway, 1997 p.460.
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