“Y estoy seguro de que Dios, que en vosotros comenzó la buena obra, la perfeccionará hasta el día en que regrese Jesucristo.” Filipenses 1;6
Si somos honestos vamos a admitir que hay días en los que la vida no hace sentido, simplemente no encontramos ninguna razón o propósito detrás del sufrimiento que vemos a nuestro alrededor o perdemos a un ser querido, puede ser alguna tragedia de proporciones gigantescas o algún conflicto tan trágico, que nos deja cuestionando nuestra Fe o quizá todo el pecado que vemos a nuestro alrededor. En momentos así, surgen las eternas preguntas de Donde esta Dios?, No nos presta atención?, Esta enojado con nosotros?.
Mientras tanto Dios nos habla en nuestro dolor con el lenguaje más amoroso posible; Como un padre a sus hijos, como un amigo que desea enjugar todas nuestras lagrimas personalmente, como el todopoderoso que obra todo para nuestro bien. Como el sorprendente creador que no deja por la mitad el proyecto que empezó; Cada martillazo fue con el propósito de hacerlo mejor, cada color oscuro fue para formar un dibujo mas hermoso y al final todos nosotros reflejaremos perfectamente la imagen de nuestro creador. No, nosotros los cristianos no tenemos todas las respuestas, pero si tenemos muchos motivos para confiar en Dios.
“Enseñar que alguien que fue salvo se puede perder es insultar la paternidad de Dios. Es decir que El cria a sus hijos de forma tan mala que algunos llegan a ser delincuentes y llegan a ser rechazados por El. Pero la Biblia enseña otra cosa; el libro de hebreos dice que Dios disciplina a sus hijos para guiarlos en el camino correcto. Si no recibimos disciplina la Biblia dice que somos bastardos y no hijos (heb 12;5-11) y el efecto de esa disciplina es un fruto apacible de justicia(v11). Dios disciplina a todos sus hijos y su disciplina tiene resultados positivos.”
Jay E Adams
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