martes, 19 de abril de 2011

El siervo sufriente






“Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó;  fueron nuestros dolores  los que lo agobiaron. Y pensamos que sus dificultades eran un castigo de Dios; ¡un castigo por sus propios pecados!  Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz, fue azotado para que pudiéramos ser sanados.
 Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas; hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros. Sin embargo, el Señor puso sobre él los pecados de todos nosotros.”
Isaias 53; 4-6

“Nuestros pecados fueron las espinas en la cabeza de Cristo, los clavos en sus manos y pies, la lanza en su costado. Fue entregado a la muerte por nuestras ofensas.  Bien podemos soportar nuestros sufrimientos porque el nos ha enseñado a estimar todas las cosas como perdida por amor a El. Nosotros somos la adquisición de su sangre y los monumentos de su gracia.”
Matthew Henry

No hay comentarios:

Publicar un comentario