“No importa lo que has hecho ni dónde has estado, escúchame cuando te digo, te perdono. Ya no eres culpable, ya no estás sucio, yo te amo y tengo misericordia de ti. Ya no estás desesperado, ya no eres un adicto yo te amo y tengo de ti misericordia. Puedes creerlo? Te doy gracia abundante. Te voy a lavar y voy a pagar por todos tus pecados; Ya no eres culpable, ya no estás sucio, yo te amo y tengo misericordia de ti. Ya no estás desesperado, ya no eres un cautivo, yo te amo y tengo de ti misericordia. No hay condenación para los que están en Jesús; eres perfecto, estas perdonado, eres santo, eres justo, eres mio.”
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