sábado, 12 de marzo de 2011

Reporte de joni and friends


Esta es la tercera vez que puedo servir en el ministerio “joni and friends” y otra vez me impresiono mucho  ver la entrega, el cariño, el amor, el don de servicio del Señor Felipe castro y su esposa cinthia y los hermanos del ministerio “sin muros”. Yo creo que esta actividad fue un éxito gracias a la dedicación del señor Felipe y su esposa. La agenda consistía en un horario de lunes a viernes de ocho de la mañana  a siete de la noche, durante toda la semana atendieron a 130 personas, ellos trajeron un equipo de terapeutas físicos, mecánicos y un doctor. Nosotros los voluntarios estábamos ahí para traducirles a ellos y para predicarles a las personas presentes, se convirtieron muchas personas, pudimos regalarles Biblias y les regalamos comida de almuerzo. Otra cosa que me sorprendió fue el cuidado tan personal con que las personas del equipo trataron a los pacientes, esas personas probablemente no puedan pagar un doctor, nadie nunca les ha ayudado a caminar y a usar una silla de ruedas,  Para la mayoría de ellos la silla que les regalábamos era su primera. Durante esos 7 días pudimos atender a personas;  con problemas neurológicos, algunos tenían esclerosis múltiple, diabetes, otros sufrieron accidentes de tránsito, otros sufrían de enfermedades crónicas y otros habían quedado inválidos como resultado de un atraco, fue de mucha bendición poder ayudarles y ver la alegría que mostraban al recibir la silla. Verdaderamente esta es una experiencia única e inolvidable que te cambia, me ha servido de mucho. 

Yo pienso que cuando nos involucramos en actos de servicio como este, nuestros ojos son abiertos a la gran necesidad tanto física como espiritual que hay en el Mundo. Nosotros vivimos en nuestra zona de comodidad dentro de la iglesia cuando Cristo nos mando a que “seamos sal y luz para que las personas de afuera vean nuestras buenas obras y glorifiquen a Dios”, nosotros sabemos lo que Dice Santiago que la “Fe sin obras es Muerta”, sin embargo demasiadas veces elegimos la comodidad al servicio. No tiene que ser una actividad especial con un ministerio internacional, puede ser regalarle comida a un indigente o limpiar en la Iglesia o atender a los niños durante el culto o simplemente puede ser ocuparse de alguna de esas tareas invisibles que nadie notara pero que serán de gran utilidad para el reino de Dios, lo más importante en todo esto es siempre tener la misma actitud de Cristo que se humillo a sí mismo. Finalmente quiero presentar diez cosas que el servicio nos enseña si estamos dispuestos a aprender;  

1.        El servicio nos enseña a tratar a todas las personas con dignidad como seres creados a la imagen de Dios.
2.        El servicio nos muestra el impacto positivo que podemos lograr cuando trabajamos juntos.
3.        El servicio nos muestra las situaciones difíciles en las que viven la gran mayoría de personas en todo el mundo. Como cristianos no podemos permanecer insensibles al dolor ajeno si queremos amar al prójimo como a nosotros mismos.
4.        El servicio nos da una oportunidad de oro para imitar a Cristo. A veces se nos olvida que nuestro salvador ocupaba su tiempo alimentando multitudes y sanando enfermos.
5.        El servicio nos enseña la virtud del amor incondicional. Esta es la forma en que verdaderamente aprendemos a amar, ayudando a otras personas a pesar de sus fallas.
6.        El servicio nos enseña a negarnos a nosotros mismos.
7.        El servicio nos enseña a tener paciencia.
8.        El servicio nos enseña a apreciar nuestras bendiciones y a usar nuestros recursos para el bien de otros.
9.        El servicio nos muestra que fácil es hacer felices a otras personas. A veces lo único que se necesita es un abrazo o una palabra de ánimo.
10.     El servicio nos enseña la belleza de la misericordia.  Como Cristianos somos llamados a amar la misericordia y la única forma que podemos hacer eso es ayudando a personas en necesidad.

Fue un tiempo extraordinario, yo amo al equipo que vino y les agradezco la oportunidad que me dieron de involucrarme.  Esta actividad no fue un gran sacrificio para mi, si pensamos en todas las personas que pudimos ayudar y todas las personas que recibieron a Cristo, yo hubiera querido pasar mas tiempo sirviendo. Las palabras de David livinstone siempre me animan a participar en estas actividades; “No podemos usar la palabra sacrificio, si recordamos el gran sacrificio que hizo aquel que descendio del trono de su padre, de alla de las alturas, para entregarse por nosotros.”

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